El tratamiento tiene actualmente como único objetivo la normalización de la presión introacular, para evitar que la enfermedad siga progresando. Es importante resaltar que puede detener la enfermedad, pero nunca hacer regresar las alteraciones del campo visual que ya se han producido, pues los axones de las células ganglionares no se regeneran. El tratamiento puede ser médico o quirúrgico.
Tratamiento Médico
- Vía Tópica
- Betabloqueantes: su modo de acción no esta bien aclarado, aunque se cree que producen una disminución del humor acuoso. Están contraindicados en pacientes con problemas pulmonares obstructivos (bronconeumopatía crónica y asma bronquial), con bradicardia y con bloqueo de la conducción cardiaca. Los más utilizados son el timolol, el cartiolol, el betaxolol y el levobunolol.
- Parasimpaticomiméticos: pilocarpina aceclidina. Facilitan la salida del humor acuoso. Producen una miosis que puede ser muy molesta para el enfermo ya que limita su campo visual. Pueden ocasionar espasmos de la acomodación y, a largo plazo, rigidez del esfínter pupilar y sinequias posteriores.
- Simpaticomiméticos: dipivalil-epinefrina. Disminuye la producción de humor acuoso. Tienen el inconveniente de causar una midriasis que puede alterar la visión del enfermo. En algunos individuos, se producen conjuntivitis foliculares muy intensas que obligan a la suspensión del tratamiento.
- Inhibidores tópicos de la anhidrasa carbónica: dorzolamida. Reduce la formación de humor acuoso.
- Otras sustancias: se están comercializando análogos de las prostaglandinas (latanoprost) y alfa-dos agonistas, como la brimonidina y la apraclonidina.
- Vía oral
- Inhibidores de la anhidrasa carbónica: disminuyen la formación de humor acuoso. Presentan muchos efectos secundarios, entre los que destacan parestesias, cansancio, anorexia, depresión, e incluso agranulocitosis y anemia aplásica. Pueden producir también una hipopotasemia. Estos efectos secundarios hacen que, en general, no puedan ser administrados durante largos periodos de tiempo.
Tratamiento Quirúrgico
El tratamiento quirúrgico del glaucoma trata de mejorar la salida de humor acuoso, mediante laserterapia o cirugía. Suele indicarse en aquellos pacientes en los que avanzan los defectos del campo visual y en los que la tensión ocular no se controla con tratamiento médico tópico. La técnica quirúrgica que emplea láser de argón se denomina trabeculoplastia y consiste en aplicar impactos láser en la malla trabecular. Esta técnica produce una disminución de la presión intraocular, pero generalmente pasajera, por lo que tiende a emplearse en personas mayores de 60-65 años.
La cirugía del glaucoma se utiliza para la creación de una comunicación entre la cámara anterior y el espacio subconjuntival. Existen muchas técnicas pero la que más se utiliza en la actualidad es la trabeculectomía.
Fuente: Guiones de Oftalmología, Pastor Jimeno.
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